Es inevitable empezar cualquier comentario, artículo u opinión, sin lamentar las terribles consecuencias en pérdida de vidas humanas de esta terrible pandemia del COVID-19. Llevamos ya casi 40.000 personas fallecidas en nuestro país, de cuales 600 son en Asturias, donde actualmente se sufre la máxima incidencia del virus en esta segunda ola. Solo la esperanza de la inminente llegada de una vacuna el próximo año nos hace, dentro de la dramática situación, albergar un poquito de esperanza.
Pero hoy tenemos que hablar de otro virus que lleva mucho tiempo entre nosotros, que es la desigualdad de género y sus consecuencias inmediatas, entre otras, la brecha salarial. De ella se alimenta la violencia machista de género que mata a más de 130 mujeres al día de media en todo el planeta.
La brecha salarial en España, según los datos de Eurostat, está en el 14%; por eso todos los años por estas fechas la UGT pone en marcha una campaña para denunciarlo. Este año las mujeres trabajarán gratis 51 días. Desde el día 11 de noviembre hasta el 31 de diciembre, ellas trabajan gratis.
Así, las empresas se ahorran 51 días del sueldo de las mujeres al año, lo que produce, entre otras cosas peores prestaciones por desempleo y pensiones más bajas para las mujeres. Esto, además, supone menos ingresos para Hacienda y menos ingresos por cotizaciones a la seguridad Social. Una injusticia que este año es todavía más palpable si tenemos en cuenta el papel tan importante que han tenido las mujeres durante el confinamiento, arriesgando su salud en el desempeño de puestos de trabajo esenciales, en muchos casos con sueldos de miseria. También si pensamos en muchas mujeres víctimas de violencia de género, que han estado confinadas pasando miedo, sin protección. No olvidemos que las agresiones machistas a las mujeres mayoritariamente se producen en el hogar familiar.
Todos tenemos que tenerlo claro, pero sobre todo hacer algo, para que ellas no trabajen gratis.
Para este virus de la desigualdad de género existe vacuna: Está en la concertación regional de Asturias con el registro oficial de planes de Igualdad, la creación de la figura de las Delegadas de Igualdad y el Plan de corresponsabilidad; está en el Real Decreto 6/2019, de 1 de marzo en el que se legisla en materia de Igualdad retributiva y en el Acuerdo para el Desarrollo de la igualdad efectiva entre mujeres y hombres en el trabajo.
Es necesario que todos estemos dispuestos a vacunarnos. Por una parte los Gobiernos, no solo apostando por la Igualdad -que ya lo hacen tanto a nivel nacional como a nivel regional de Asturias-, sino legislando más y poniendo más inspectores que vigilen y controlen que se cumpla la ley en materia de igualdad. También los hombres, no solo apoyando, sino colaborando activamente, con corresponsabilidad familiar, social y laboral para que la igualdad de género sea efectiva.
Y sobre todo tienen que vacunarse las empresas. En primer lugar no negando la brecha salarial, para luego acabar con los techos de cristal, los puestos de trabajo de mujeres, los complementos salariales de hombres y todos los demás roles laborales existentes.
Y creo que también necesitamos vacuna las instituciones para no callar, no permitir, no consentir los lenguajes y las acciones machistas que sin ningún reparo la ultraderecha traslada a la sociedad intentando volver a épocas pasadas de sumisión, que no hacen más que menoscabar la valía y la actitud de las mujeres, minando su moral y restándoles capacidad y decisión.
Todos tenemos que tenerlo claro, pero sobre todo hacer algo, para que ellas no trabajen gratis.