
Parece mentira que en pleno siglo XXI una empresa como Chocolates Lacasa pueda despedir a tres trabajadores por el simple hecho de promover unas elecciones sindicales en su empresa, donde no existe representación sindical.
Conviene recordar que el papel que desempeñan las organizaciones sindicales en nuestro país está consagrado en su artículo 28 de la Constitución Española y el derecho a la representación sindical está regulado en los artículos del 62 al 68 de la Ley del Estatuto de los Trabajadores y en el artículo 10 de la Ley Orgánica de Libertad Sindical. Parece inmoral y éticamente reprobable que para limitar esta capacidad legal se recurra a la intimidación, chulería y maltrato, que es lo que supone el despido de estos tres trabajadores, además de condenarlos, en unos momentos sociales muy difíciles, al desempleo y a la humillación del descredito profesional.
A estas alturas, debería saber esta empresa que estas conductas y tácticas persecutorias y sin escrúpulos propias de dictaduras, nunca consiguen sus fines y lo único que provocan es un desprestigio de marca y una reacción en contra de la sociedad.
Desde la Unión General de Trabajadores queremos expresar nuestra total repulsa a estas conductas. Exigimos a Lacasa la readmisión inmediata de estos tres compañeros así como la celebración de elecciones sindicales libres.