
En estos días se presenta la publicación del libro de Avelino Pérez Fernández“Testimonios y vivencias de un socialista iluso”, donde relata su visión y sus anécdotas de toda una vida socialista y ugetista, que nos traslada a la época del socialismo y del sindicalismo durante la dictadura, la transición y los inicios y consolidación de la democracia. Como buen socialista en la clandestinidad siguió los mandatos del fundador del PSOE y la UGT. Pablo Iglesias Posse, que decía “Sois socialistas no para amar en silencio vuestras ideas ni para recrearos con su grandeza y con el espíritu de justicia que las anima, sino para llevarlas a todas partes”, y por ello fue una víctima más de la dictadura, pero como bien se plasma en el libro, tuvo la suerte de sobrevivir, no como otros muchos que murieron por sus ideas y que, vergonzosamente para este país, aún siguen enterrados en las cunetas, por perseguir un sueño que no era otro más que la conquista de la libertad, la democracia y la justicia social, pero él no se libró de la cárcel por “actividades marxistas y desafectas contra el régimen”, ni de los interrogatorios a golpes, ni de el exilio a Francia tras una huida a tiros corriendo esposado por el rio Nalón, donde siguió su lucha.
A su regreso a España en 1976, se dedicó a reconstruir la UGT, trabajosa tarea porque prácticamente se partía de cero, no había un antes… el régimen franquista se había encargado de intentar arrebatarnos lo que teníamos para intentar borrarlo todo, gran error, pues ser socialista y ugetista es un sentimiento que reside en la memoria y en el corazón y eso nadie nos lo puede arrebatar. Fue una labor trabajosa de búsqueda de locales, asentamientos de estructuras, formación de nuevos sindicalistas, de celebración de múltiples reuniones y congresos y de prepararnos para la inminente legalización de los sindicatos en 1977. Años difíciles, de huelgas, reivindicaciones y también de luchas internas que eran producto, bien sea, de dos maneras de pensar, de dos ideas de cómo debe ser la Organización, o simplemente del derecho legítimo a intentar dirigir la UGT de Asturias, por dos sectores de actividad muy importantes como el minero y el metalúrgico, visibilizado a través de dos grandes empresas como eran Hunosa y Ensidesa, y que se siguieron repitiendo años después y que, a nuestro protagonista, ya no le tocó vivir en primera persona pues, ya estaba en otras actividades más políticas como ser diputado nacional en la primera legislatura democrática, donde vivió, en primera persona, el golpe de estado del 23 F y posteriormente diputado regional en nuestra región.
A mi modo de entender, este libro cuenta mucho más de lo que en él se lee, pues al final la historia de la conquista de los derechos y de las libertades por parte de la UGT y del socialismo no figura en los libros de texto, por alguna razón da la sensación de que se quiere ocultar, y no lo podemos permitir porque lo conseguimos, pero pagamos con sangre un precio muy caro, por eso la historia de este libro junto con la historia de muchos otros libros y personajes es lo que hace grande a nuestras organizaciones, pues somos la suma de todas ellas, algunas escritas en libros, otras contadas en primera persona, muchas otras contadas por otros que vieron como los protagonistas morían.
Este libro ya forma parte de la biblioteca de la UGT de Asturias, que honrosamente lleva el nombre de Avelino Pérez, para que todo el mundo pueda reconocer su labor y su trabajo, pero de alguna manera también podamos reconocernos a nosotros mismos, el trabajo que hacemos, y el papel que desempeña nuestra Organización, como única garante, por eso nos critican, desprestigian y nos temen tanto, de que en este país existan en el futuro derechos y libertades, de que seamos un país para las personas.
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