Hace tiempo que el desacuerdo político ha venido a nuestra sociedad para quedarse. Pactar, acordar, se han convertido en términos peyorativos, casi de cobardes.
No es fácil no pactar, hay que invertir mucho tiempo en buscar argumentos que justifiquen el desacuerdo, que traten de explicar lo inexplicable y que sean lo suficientemente convincentes para convencer a todos los demás.
Pero lo más importante es la exposición pública mediática, donde más importante que el contenido es el continente, más importante que lo que se dice es como se dice. Las verdades a medias, las exageraciones , los adjetivos llegan a su máxima expresión, para en definitiva llegar a una estrategia de la confusión, donde todo se mezcle y donde los demás ya no sepamos diferenciar lo que está bien de lo que está mal.
Los partidos políticos están para solucionar los problemas de la gente y no para ser parte de sus problemas
Sindicato en acción 
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